El día miércoles 6 de abril nos visitó Alejandro De Barbieri
¿Quién es?
Alejandro De Barbieri es Psicólogo Clínico, egresado de Universidad Católica del Uruguay en 1994.
Es Logoterapeuta, egresado de la Fundación Argentina de Logoterapia “Viktor E. Frankl” en 1996.
Fundó y dirige de CELAE, Centro de Logoterapia y Análisis Existencial, desde el año 2000 al presente.
Es Coordinador y docente de los cursos de 1er, 2º y 3er año de Logoterapia, CELAE.
Realizó un Doctorado en Psicología en la Universidad de Flores, Buenos Aires, Argentina, 2007.
Dicta cursos y conferencias sobre Logoterapia desde el año 1995 en Uruguay, Argentina, Paraguay, México, Colombia, Perú, España e Italia.
Es Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de la materia Análisis Existencial, 1997 al presente. Es Columnista del programa En Perspectiva, en Radio El especatdor.
Fue Psicólogo de Primaria en el Colegio San Francisco de Sales entre los años 1997 y 2005 y Psicólogo de Secundaria, en el Colegio La Mennais, entre 2003 y 2005.
§ Con más de 20 mil ejemplares vendidos en
Uruguay y premio al Libro de Oro en la categoría Bienestar y espiritualidad del
año 2015, el autor del best seller Educar sin culpa (Grijalbo) conversó con
Caras.cl. Olvídese de ser un padre perfecto, del exceso de protección, y mucho
menos se culpe por negar regalos o permisos… “Aquí es importante la
frustración”, asegura.
Llegó marzo. Correr entre reunión y
reunión, dejar a los niños en el colegio, trabajar, en fin, ser competente en
todo ámbito, son algunas de las demandas que provocan que el rol de los padres
a la hora de educar a sus hijos esté cada vez más desgastado.
Eso, mientras se multiplican los
casos de niños y jóvenes con problemas de límites, vacío existencial y falta de
concentración, al tiempo que los padres buscan imponerse con amor y evitando
generar “traumas” o reacciones conflictivas al interior del hogar. Nada peor,
según de Barbieri.
Porque según
este psicólogo clínico uruguayo especializado en psicoterapia existencial y
autor del libro Educar sin culpa (Grijalbo),
el secreto es ser firme y suave: “Parecen actitudes contradictorias pero son
medidas que se complementan”. En su elogiado libro busca ayudar a los padres y
educadores en el proceso pedagógico. Una guía con algunos consejos prácticos para
retomar la confianza y responsabilidad para asumir sin miedo la misión de
inculcar valores elementales para el desarrollo vital de los hijos.
Olvídese de ser el padre perfecto,
no más exceso de protección o de sentir culpa al negar regalos o permisos. Son
los principales consejos presentes en este libro que invita a reflexionar
acerca de la importancia de la frustración para que los niños alcancen la
madurez y crecimiento emocional, dice este experto en conversación con
Caras.cl.
—¿Por
qué cree que últimamente los padres piensan rápidamente acudir donde un
psicoterapeuta al tener problemas con sus hijos?
—Pasa que los padres han claudicado
del rol de educar, no hay adultos, hay miedo de ejecutar una “autoridad sana”.
Cuando el niño tenga un capricho, es necesario poder responder sin miedo: “Te
dije que no y no y no me lo pidas otra vez”. Ese es el lugar del adulto, el
padre hoy tiene miedo que su hijo no lo quiera y por eso cede al deseo del
niño. La desmitificación del rol del psicólogo no siempre es buena, ya que en
este caso, se terceriza el rol del padre al psicólogo y al docente, y así se
claudica del rol del padre, condenando a nuestros hijos a la orfandad…
—¿En
qué momento de la crianza aparece la culpa y el miedo en los padres y
educadores modernos?
—Hace 40 años el maestro era
respetado solo por ser adulto, ahora debe “ganarse esa legitimidad” en cada
hora de clase. Lo mismo le pasa al padre que no se siente que tiene autoridad
frente a su hijo. Si el padre que es simpático todo el tiempo no puede hospedar
las frustraciones que son necesarias para hacerlo crecer. Si no se frustra no
aprende, en nuestra cultura actual se ha perdido el valor de la frustración
para el aprendizaje. Los padres de hoy no tienen paciencia para educar.
—Esta
semana los niños y jóvenes vuelven al colegio… ¿Qué consejo le daría a los
padres y educadores?
—Confianza, alegría y entusiasmo.
Debemos trabajar para recuperar la alianza de los padres y maestros y no
fomentar la idea de padres e hijos contra la escuela. Los maestros han venido a
sustituir el rol de formadores, que es más frío en general, más distante,
porque debe ayudar a que la madre deje al niño para que suelte y confíe. Es muy
importante que al llegar a casa la gente valore el milagro de su vida y esté
disponible emocionalmente para sus hijos. Aunque tenga un hijo caprichoso o un
adolescente que no quiere salir del cuarto… no son problemáticos, son milagros
encubiertos.
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